Mejorar la salud mental y el bienestar emocional de los niños y jóvenes a través de servicios de atención integral y de alta calidad.
Desarrollar e implementar programas de prevención y tratamientos específicos para diferentes problemas de salud mental infanto-juvenil.
Mejorar la eficacia de los servicios mediante la implementación de un sistema de seguimiento y evaluación continuo.
Fortalecer la colaboración con las familias y las comunidades para promover un entorno saludable para los niños y jóvenes.